Photoblog del entorno mediterráneo

Entradas etiquetadas como “Teruel

El agua bífida. La Cascada Batida de Calomarde.

«Brioso murmullo

al caer el Río Blanco

tumultuoso»

 


La Cascada del Molino de San Pedro

“Cortina acuosa

que en su libre caída

nos emociona”


La roca fértil. Pinares de rodeno (III).

«Enormes rocas

en muros y quebradas

aquí en la sierra»

La roca fértil. Pinares de rodeno (II).

“Pétreas terrazas

suspendidas albergan

pinos rodenos”

 


La roca fértil. Pinares de rodeno (I).

“De sus entrañas

penetrando las raíces

extraen la vida”

 


Cascada de la hiedra

«Rincón acuoso

donde fluyen sin cesar

las pareidolias»


El arco de piedra

«Puerta del monte

un capricho natural

majestuoso»


Camino de los pilones

«En el páramo

entre niebla y ventisca

trazan el rumbo»


El río Alfambra en los Caños de Gúdar

«Cae limpio y fresco

último atisbo de agua

en la montaña»


Amanaderos

Ahí la tienes:

ruge como leona blanca,

brilla como la flor de fósforo,

sueña con cada uno de tus sueños,

canta en mi canto

dándome pasajera platería.

Pablo Neruda. Oda a la cascada.

En un humilde y remoto rincón de la provincia de Teruel, junto al Macizo de Javalambre, nos encontraremos con una auténtica joya de las que engrandecen el fabuloso tesoro que tan generosamente nos ofrece la naturaleza. Se trata del orgulloso y espectacular Barranco de Amanaderos, el cual aporta sus frescas y cristalinas aguas al Río Eva, quien a su vez las vierte en el Guadalaviar que finalmente y tras metamorfosearse en el Turia, alimentará el Mediterráneo.

El barranco nace a unos mil quinientos metros de altitud, en el paraje de Matahombres y se caracteriza por precipitarse en un abrupto y quebrado descenso que genera 13 saltos a través de los cuales sus aguas se despeñan durante quinientos metros en tan sólo el kilómetro y medio de recorrido que describe hasta su desembocadura.

Desde la fuente de Matahombres hasta la primera cascada, las aguas realizan un recorrido subterráneo, aflorando (”amanando”, de ahí el topónimo) súbitamente en el fantástico Salto de las Yeguas, de veintidós metros de caída, para ir generando más y más abajo la Cascada del Rincón de las Ninfas (24 metros de caída), la Caída de San Lorenzo (48 m), y los Saltos de los Carlistas (3 m), entre otros. Aquí os muestro la de las Ninfas.

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Todo el descenso se puede recorrer accediendo por seis kilómetros de pista forestal desde Riodeva hasta el Salto de las Yegüas, en cuyas proximidades existe una zona de aparcamiento y un panel de interpretación del paraje. También se puede recorrer mediante una ruta circular con inicio y final en Riodeva.

Con frecuencia, las circunstancias del viaje priman sobre la calidad de luz que más me gustaría para realizar una fotografía. Sin embargo, no puedo dejar de agradecer lo que la naturaleza me ofrece en cada momento. Recuerdo perfectamente la sensación de estar a pleno sol, sintiendo cómo su calor se acumulaba en el interior de mi forro polar y simultáneamente estaba siendo acariciado por las oleadas de humedad y frescor que emanaban desde la sombría oquedad del fabuloso Salto de las Yeguas. Todo un contraste térmico que en cierto modo plasma la imagen, realizada con plena polarización para eliminar reflejos, dar viveza a los colores y prolongar la exposición hasta conseguir el efecto sedoso en la caída del agua y su golpeo contra la poza.

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Las Peñas de Masmut

Muy cerca de la población de Peñarroya de Tastavins, en la turolense comarca del Matarraña, vecina de las comarcas valencianas de la Tinença de Benifassá y Els Ports, se emplaza una curiosa formación geológica denominada Peñas de Masmut. Un agradable paseo por pista forestal nos lleva desde el hermoso pueblo, de marcado carácter medieval, hasta un elevado mirador que nos permite disfrutar del espectáculo en visión panorámica.

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Este enclave, de gran valor ecológico y paisajístico está catalogado como LIC (Lugar de Interés Comunitario) dentro de la Red Natura 2000. Paseando por el paraje no será raro observar alguno de los inquilinos más llamativos de las Peñas como el buitre leonado o la cabra montesa. Un pequeño sendero que discurre a los pies la formación nos regaló esta hermosa panorámica que con algo más de fuerza nos muestra en detalle las espectaculares formaciones. El color rojizo de las peñas es el que le da el nombre al pueblo mientras que el topónimo Masmut es de origen árabe y podría proceder del pueblo bereber de los Masmuda.

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El río Tastavins, responsable del apellido de la población, pasa por la hermosa Ermita de la Virgen de la Fuente y nos regala agradables estampas como la que a continuación se muestra.

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